La crisis sanitaria suscitada por el corona virus está provocando, en prácticamente toda Iberoamérica, la puesta en marcha de medidas para limitar y reducir la propagación del virus. Las consecuencias de dichas medidas, necesarias si queremos evitar males mayores, no son solo sanitarias y como ya se está pudiendo advertir emerge en el horizonte un grave impacto económico que golpeará con contundencia a nuestras sociedades.

Pero, como casi todo, estas consecuencias, las sanitarias y las económicas, se producen en el territorio y si la adopción de dichas medidas tienen como actor principal a los gobiernos de las naciones, con un desplazamiento en ocasiones de la legalidad ordinaria constitucional mediante instrumentos ad hoc previstos constitucionalmente, la ejecución de las mismas y, lo que es más relevante las acciones dirigidas a paliar sus efectos han de tener en los gobiernos locales un aliado imprescindible si se quiere garantizar su éxito.

En efecto, como es conocido en muchos estados de la región se ha reducido la movilidad de los ciudadanos con todo lo que ello implica para la economía informal, se adoptan medidas extraordinarias en los servicios sociales y la sanidad, se establecen servicios esenciales algunos de los cuales son competencia de las autoridades subnacionales, se ha de garantizar la seguridad y la actividad inspectora a fin de asegurar el debido cumplimiento de las medidas adoptadas, etc. Y prácticamente en todas ellas la participación de las autoridades locales se torna en imprescindible.

Lo mismo puede decirse del momento postcrisis. Ya se trate por el impacto económico que las medidas adoptadas ocasionarán a buen seguro, ya fuere porque tendremos, como sociedades, que afrontar un nuevo tiempo que habrá de tener en cuenta los hechos acontecidos , el papel de los gobiernos locales será esencial.

Es precisamente en momentos como éste cuando los municipalistas hemos de dar lo mejor de nosotros mismos, la ciudadanía a la que se piden tantos sacrificios ha de ser respaldada por nuestra acción. Quedarse en casa no puede traducirse en ningún caso en estar ociosos. Y desde nuestras organizaciones, comprometidas por la calidad institucional de nuestros gobiernos locales y por el bienestar de la ciudadanía, hemos de seguir apoyando esta labor. Ser responsables es también ser comprometidos. Ahora más si cabe.

Hoy ha quedado de manifiesto más que nunca el importante rol de lo local y de lo municipal. No cabe duda que crisis como estas pueden volver a ocurrir y el mundo local debe estar preparado.

Desde la Unión Iberoamericana de Municipalistas no podíamos quedar impávidos en esta ocasión. Junto a seguir manteniendo nuestros programas, de todo tipo, en modo virtual, hemos tomado la iniciativa de seguir reinventándonos. Reinventarnos para este momento y para los años venideros.

Es hora de seguir apostando en lo que creemos y sentimos y colaborar, desde nuestro papel, a la protección de la salud de los ciudadanos, pero también a combatir la crisis institucional y económica que probablemente, aun cuando lo sea con distinto radio de alcance en cada país, se vislumbra.

FEDERICO CASTILLO BLANCO

Secretario General

Unión Iberoamericana de Municipalistas